cología térmica y uso de hábitat de la lagartija microendémica de Guerrero: Anolis taylori (Squamata: Dactyloidae)

Abstract

Las selvas bajas caducifolias es uno de los ecosistemas con mayor cantidad de endemismos en México, ya que presentan diferentes especies adaptadas al ambiente estacional (e.g. precipitación, humedad y temperatura) a lo largo del año. El género de lagartijas Anolis es uno de los más diversos y típicos habitantes de zonas tropicales. Algunas especies de este género son consideradas bioindicadoras de la salud de los ecosistemas, debido a la estrecha dependencia a las características de sus hábitats y microhábitats con condiciones específicas. La lagartija conocida como Abaniquillo de Acapulco, Anolis taylori, es una lagartija microendémica de Acapulco, Guerrero que habita principalmente en la selva baja caducifolia. En el presente estudio se caracterizaron y evaluaron los requerimientos térmicos de A. taylori y se calcularon los índices de termorregulación en función del sexo y de la estación del año (secas y lluvias). Además, se determinó la estrategia de termorregulación y el uso del microhábitat que utiliza A. taylori a lo largo del año, así como el patrón de actividad. Se encontró que, los requerimientos térmicos (temperaturas corporales) fueron similares dentro de la misma época sin importar el sexo o condición reproductiva. Sin embargo, durante la época de lluvias las temperaturas seleccionadas presentaron diferencias entre los machos y las hembras gestantes (P=0.05), siendo los machos los que presentaron mayores temperaturas (29.5°C y 29.0°C respectivamente). Mientras tanto, únicamente durante la época de secas las temperaturas críticas máximas fueron diferentes (t=-3.835; P<0.001) entre sexo al igual que las mínimas (U=44.5; P<0.001). Por otra parte, la calidad térmica del sitio fue baja durante la época de secas (de=2.40), por lo que los organismos en esta época fueron más precisos termorregulando. Sin embargo, de manera general, las hembras gestantes fueron las más precisas (db=0.52) y eficientes termorregulando (E=0.71) en comparación de los machos y las hembras no gestantes, sin importar la estacionalidad. Además, las estrategias de termorregulación que utiliza A. taylori fueron la tigmotermia y la heliotermia, tanto en la época seca como en la época lluviosa. El uso de microhábitat fue similar entre las épocas, ya que tanto en la época de secas y en la de lluvias utilizan a las rocas y a los árboles como microhábitats. Sin embargo, la preferencia cambia durante la época de lluvias, ya que utilizan mayormente los árboles (63% de preferencia) que las rocas (37% de preferencia). Finalmente, el patrón de actividad en la época de secas fue bimodal y en la época de secas fue unimodal. La estacionalidad marcada de la selva baja caducifolia influye en las

temperaturas ambientales y en la humedad relativa, por lo tanto, la calidad térmica del hábitat también se ve afectada. Estos cambios estacionales provocan cambios en las temperaturas corporales y usos de microhábitat de A. taylori. Anolis taylori presentó temperaturas corporales relativamente bajas en comparación con otras especies de Anolis generalistas que habitan sitios perturbados previamente estudiadas que habitan en simpatría. En conclusión, la época de lluvias es la más favorable para que A. taylori pueda llevar a cabo sus procesos de termorregulación de una manera más eficiente. Además, que le permite seleccionar y explorar mayores microhábitats sin exponerse a las altas temperaturas. Anolis taylori presenta requerimientos térmicos bajos (temperatura corporal y temperatura seleccionada) en comparación con otras especies de Anolis, por lo que depende estrechamente del dosel de la selva baja caducifolia. Por lo tanto, esta especie microendémica podría ser vulnerable ante los cambios antropogénicos como la tala clandestina, la introducción de especies exóticas invasoras (gatos) y por la construcción de zonas residenciales, lo que puede provocar una disminución poblacional de A. taylori a corto plazo.