Distribución de la proteína desacopladora tipo 1 (UCP-1) en tejido adiposo pardo de crías centrales y periféricas del conejo doméstico

Abstract

Los estudios sobre las diferencias inter-individuales en conducta, así como de los mecanismos fisiológicos subyacentes, se han incrementado significativamente en la última década entre los biólogos conductuales y evolutivos. El ambiente físico y el ambiente social son factores que explican en cierto grado el origen de las diferencias individuales. Dentro de los componentes del ambiente físico, la temperatura ambiental, es uno de los factores responsables del surgimiento de diferencias individuales tanto en conducta como en fisiología y, en cuanto al ambiente social, la conspicua presencia de los hermanos, es otro de los factores que modulan el desarrollo de diferencias inter-individuales. La temperatura ambiental en la que se desarrollan las crías de mamíferos altriciales, como el caso del conejo doméstico, es un factor crítico para su supervivencia, desarrollo y crecimiento. Para mantener su temperatura corporal en sus primeros días de vida postnatal las crías del conejo dependen del aislamiento que les provee tanto el material del nido como la presencia de sus hermanos de la camada además del calor generado endógenamente por el tejido adiposo pardo (TAP). Como resultado de la dinámica de termorregulación conductual que ocurre dentro del agrupamiento de la camada de las crías del conejo, bajo condiciones de frío, hay crías que durante los primeros días de vida ocupan consistentemente posiciones centrales (C) y crías que consistentemente ocupan posiciones periféricas (P) térmicamente menos favorables. Como consecuencia las crías C versus las P, presentan una menor activación de la proteína desacopladora tipo 1 (UCP-1), mantienen temperaturas corporales más altas, ingieren mayores cantidades de leche, convierten más eficientemente la leche a biomasa y, al destete y en la adultez, muestran diferencias conductuales ante retos estresantes. Específicamente partimos del hecho de que las crías P, contrario a crías C, presentan una mayor cantidad de UCP-1, lo cual se traduciría en una mayor activación. Por lo tanto, proponemos la hipótesis de que la interacción intracamada para la termorregulación conductual de las crías del conejo doméstico, tiene el potencial de moldear la distribución de la proteína UCP-1 y esta es diferencial en crías centrales y periféricas así como entre distintas secciones del TAP interescapular (TAPi). En este trabajo, mediante técnicas histológicas, caracterizamos la distribución de la proteína UCP-1 en crías centrales y periféricas así como en diferentes secciones del TAPi. Para probar nuestra hipótesis utilizamos seis camadas de conejo doméstico. Durante sus primeros cuatro días postnatales (DP) permanecieron en un cuarto frío. En el DP4 las crías C y P de cada camada fueron sacrificadas para extraer el TAPi el cual, posteriormente, fue procesado histológicamente. Mediante técnicas inmunohistoquímicas marcamos la cantidad de UCP1 con el anticuerpo M17. El análisis cualitativo indicó que las crías C presentaron un menor marcaje de UCP-1 y la distribución del marcaje de UCP-1 es diferencial entre las secciones analizadas. Concluimos que la interacción entre hermanos, a través de la conducta termorregulatoria del agrupamiento de la camada, moldea diferencialmente la presencia de UCP-1 en el TAPi de crías del conejo europeo.