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Título : JERARQUÍA DE PESO INTRACAMADA EN EL CONEJO NEONATO Y SU RELACIÓN CON INDICADORES DE DOMINANCIA EN LA EDAD ADULTA
Autor : Herrera López, Martha Alicia
Palabras clave : Peso al nacimiento
Ganancia de leche
Fecha de publicación : 29-oct-2007
Asesor de Tesis: Dra. Robyn Elizabeth Hudson y Dr. Amando Bautista Ortega
Resumen : Los hermanos forman una parte importante del ambiente en que se gestan, nacen, crecen y se desarrollan las crías de muchas especies de mamíferos. Sin embargo, se conoce poco sobre el posible papel de las interacciones entre hermanos en moldear el fenotipo conductual individual. Por lo tanto el propósito de este trabajo es investigar las posibles consecuencias a largo plazo de la competencia temprana entre hermanos sobre el comportamiento social usando un modelo mamífero apropiado para este fin, el conejo doméstico (Oryctolagus cuniculus). Las conejas paren en sus madrigueras en vida silvestre, o en cajas-nido en el laboratorio, a camadas de crías altriciales, las cuales dejan inmediatamente después del parto y regresan aproximadamente 24 horas después para amamantarlos durante 3 a 4 minutos. Por lo tanto, el mayor contacto social para las crías del conejo son sus hermanos de camada., además la ausencia de la madre nos permite observar y manipular a los neonatos sin alterar el sistema natural madre-crías. Previamente reportamos que las crías del conejo doméstico compiten fuertemente por la leche materna durante los primeros días postnatales. Las crías más pesadas son las más exitosas en está contienda y el peso al nacimiento es un buen predictor del peso al destete. Las crías de camadas grandes crecen a tasas más bajas que las crías de camadas con pocos miembros. En el presente estudio quisimos probar si el éxito de las crías más pesadas para obtener más leche durante los altamente competitivos episodios de amamantamiento que ocurren solo una vez al día podría contribuir al desarrollo (o estar asociadas con) de tendencias a largo plazo de comportarse en forma dominante como adultos. Se utilizaron siete camadas con un mínimo de ocho y un máximo de 14 crías. Durante los primeros 25 días postnatales diariamente, antes y después del amamantamiento, se pesaron a los individuos para conocer su ingesta de leche. Al destete se alojaron en el bioterio en jaulas individuales hasta que alcanzaron la madurez sexual y entonces se realizaron pruebas para determinar su jerarquía de dominancia intrasexo dentro de cada camada. Como indicadores de dominancia dentro de cada camada determinamos la frecuencia individual de marcaje del mentón (desempeño como marcadores) y en pruebas de confrontaciones por pares entre los machos y por separado entre las hembras de la misma camada, registramos las confrontaciones ganadas individuales (aquel individuo que ejecutaba el mayor número de montas a su contrincante). Conforme a lo esperado, los resultados encontrados en el periodo predestete fueron similares a los reportados previamente en reportes previos de nuestro laboratorio. Así, hubo una correlación positiva entre el peso al nacimiento y peso al destete. La jerarquía de peso intracamada se correlacionó positivamente con la leche ingerida y el aumento de peso. Por otro lado, en la edad adulta encontramos marcadas diferencias intracamada entre individuos tanto entre machos como entre hembras tanto en su desempeño como marcadores como en el porcentaje de confrontaciones ganadas. Las diferencias en frecuencia de marcaje fueron estables tanto en machos como en hembras, sin embargo, en cuanto a las confrontaciones ganadas solo en los machos encontramos que esas diferencias fueron estables. Contrario a lo esperado el desempeño como marcadores no se correlacionó con las confrontaciones ganadas, ni en machos ni en hembras. Finalmente, al correlacionar (coeficiente de Spearman) la jerarquía de peso intracamada en la edad temprana con los indicadores de dominancia de la edad adulta (desempeño como marcadores y porcentaje de confrontaciones marcadas) no encontramos una correlación significativa. Los resultados del presente estudio son consistentes con reportes previos en el conejo. Como en estudios previos, hubo grandes diferencias en el peso al nacimiento entre los hermanos de camada, y tal como se predijo, estas diferencias en peso se correlacionaron positivamente con la ingestión de leche, crecimiento y peso final al destete. La conducta de los conejos en etapa adulta correspondió con estudios previos. Como se había predicho, hubo marcadas diferencias individuales en la frecuencia de marcaje del mentón en ambos sexos y en la mayoría de las camadas. Con respecto a las montas en las pruebas de confrontación entre pares de machos o hembras, se observaron marcadas diferencias entre sexos. Entre los machos (dentro de su camada) los datos sugieren marcadas diferencias individuales en los dos indicadores de dominancia investigada en este estudio. Con las hembras los hallazgos fueron diferentes. Ellas no montaron tan frecuente como los machos. Además, contrario a lo esperado, las diferencias individuales en la frecuencia de confrontaciones ganadas no fueron estables en hembras. La relativa falta de conducta dominante entre las hembras puede deberse al hecho de que eran hermanas y, aunque se separaron después del destete y por varios meses, es posible que aún se reconocieran una a la otra. Por lo tanto, consideramos necesario realizar pruebas con hembras no emparentadas, particularmente cuando estén gestantes o lactantes, y verificar que pueden desplegar conductas de dominancia con una intensidad similar a los machos. También contrario a lo esperado, no encontramos evidencia que apoye la predicción de que la jerarquía de peso corporal predestete entre los hermanos de la misma camada podría estar positivamente correlacionada con las diferencias entre ellos en indicadores de dominancia en edad adulta. Una posible explicación de las diferencias individuales en marcaje en hembras, y diferencias en marcaje y montas en los machos es que esas diferencias pueden estar asociadas con la exposición a diferencias en el ambiente prenatal. Primero demostrado en ratones, ahora demostrado en diversos mamiferos, que el sexo del feto adyacente puede influir el ambiente hormonal del individuo y tener efecto a largo plazo sobre la conducta reproductiva, de dominancia y de agresión. Esta explicación está actualmente bajo estudio en nuestro laboratorio.
URI : http://repositorio.uatx.mx:8443/jspui/handle/DSyTI_UATx/481
Aparece en las colecciones: Maestría en Ciencias Biologicas

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